miércoles, 22 de agosto de 2012

Lijado :)

El propósito del lijado es alisar la superficie eliminando desigualdades. También es necesario para proporcionar la rugosidad que mejora la adherencia de la pintura. Para obtener un buen resultado, la superficie a pintar debe estar seca, limpia, sin grasa y lisa, pero no demasiado pulida.

Lijado en seco Es preferible el lijado en seco para eliminar la pintura antigua. Ello proporciona una mejor adherencia a la nueva capa de pintura. El inconveniente es que levanta polvo, cuya inhalación puede ser nociva. Por lo tanto, se usa tapabocas.

Lijado en húmedo
Con el lijado en húmedo se evita el polvo. Es más rápido, porque el papel de lija no se gasta tan fácilmente si se mantiene húmedo y, por lo tanto, hay que cambiarlo con menos frecuencia.


Existen varios tipos de lijadoras, como las de disco, las de trompo o las de banda. Además se pueden comprar papeles de lija. Se clasifican por puntos, entre más puntos tenga más fino es el lijado. 

Por ejemplo está la lija punto 120, ese punto determina su grado de abrasión que no es mucho. Hay lijas de 320 y hasta de 600. Podemos entender por eso que su grado de abrasión es demasiado fino y, haciendo un buen uso de las lijas se puede llegar a alisar la madera de manera que no se sienta suavecita al tacto sino completamente lisa.

El buen uso de las lijas se da utilizándolas gradualmente,  es decir, para dejar bien lisa una pieza de madera no podemos pasar a utilizar una lija punto 600 de primeras. Primero tomamos la lija de menor grado de abrasión y lijamos, luego de tener una superficie homogénea pasamos a un punto de abrasión superior, puede ser 270 o 300 y así sucesivamente.

Pegantes

Existen varios tipos de pegantes y para cada superficie existe un pegante diferente con propiedades y características únicas que permiten mayor adherencia. 

Al trabajar con distintos tipo de papel nos damos cuenta que para cada uno, los pegantes reaccionan distinto. Por ejemplo, al trabajar pegante en barra sobre la cartulina, no es muy efectivo, ya que la cartulina es resistente a un pegante tan suave, el papel bond por el contrario puede ceder al adherente. Luego, se intentó pegar con Pegadit, un pegante bastante fuerte, pero al ponerlo sobre la cartulina negra se puso blanca en ciertas zonas, así que a la cartulina se le puso super bonder, que tuvo un efecto satisfactorio.  

Como los papeles a trabajar eran de tipo cartulina, se dejó de lado el pegante en barra, ya que no funcionó con la cartulina negra. Para el siguiente volumen, el papel a trabajar era la cartulina opalina a la cual se le aplicó Pegadit, ya que la opalina es blanca y no se corría el riesgo de que quedara manchada. El resultado fue óptimo. 

El siguiente volumen estaba hecho de durex, esta cartulina no es blanca mate como la opalina, sino que tiene un color más acercado al hueso, por lo tanto se omitió la posibilidad de aplicar Pegadit y, en su lugar, se utilizó super bonder, que dio un muy buen resultado en la adherencia de los extremos. 

La cartulina bristol, por su suavidad, en un primer momento se le aplicó Colbón. Pero este pegante dio un problema bastante peculiar y es que su consistencia es muy líquida y desordenada, el pegante se esparce demasiado fácil, generando regueros. Se aplicó Pegadit, gracias a que el color de la cartulina bristol lo permitía y por fin los extremos quedaron adheridos.


El último volumen fue algo más complejo de adherir, puesto que es cartón. El cartón cartulina es un material que por una de sus superficies es liso y por otra es corrugado, es más grueso que las otras cartulinas y por supuesto, el lado liso no es apto para pegantes, no es un lado que se pueda adherir con facilidad. El otro lado si es adherente, pero al ser de un color casi hueso se descartó el Pegadit y por ser una superficie tan resistente se descartó también el pegante en barra; pero para variar y no usar más super bonder como opción, se utilizó Boxer con mucho cuidado porque el Boxer tiene una peculiar forma de manchar.

Trabajando torno

Los talleres de la Pontificia Universidad Javeriana cuentan con un tres tornos de maderas que nos permiten realizar trabajos desde lo más sencillo hasta lo más complejo.

Como primer ejercicio cada uno de nosotros propuso una plantilla con formas rectas y curvas, con distintos ángulos y alturas para ser proyectadas en el bloque de madera.

La idea principal era que la plantilla encajara perfectamente en las proyecciones del bloque, pero en muchos casos eso no fue posible :3

jueves, 16 de agosto de 2012

Torno de maderas

El torno, en sí mismo, es una máquina que permite que una pieza de madera de vueltas sobre sí misma, con el fin de poder darle forma apoyándonos en otras herramientas llamadas gubias. 

La máquina consta de un carro o cabezal fijo y un carro o cabezal móvil. Para poder tornear una pieza de madera se debe ubicar un extremo primero en el carro fijo y posteriormente ajustar el carro movil. 

 
Se deben tener muy en cuenta las medidas de lo que queremos reproducir en la pieza y usar las herramientas que consideremos necesarias para cada tipo de forma. 

Se debe tener en cuenta que esta máquina produce demasiado ruido y es recomendable utilizar unos tapones. También es indispensable el uso del tapabocas y unas gafas protectoras, así como de la careta, ya que previenen que caigan retazos de madera directamente a los ojos o en la boca, y que el polvillo no nos afecte tampoco.